Un Token de un ocelote, de un cóndor de la selva y de otras especies de la selva del Amazonas forman parte de la propuesta de la empresa brasileña Nemus para ayudar a la conservación de la zona.
Cada uno de los tokens no fungibles (NFT) que la empresa ha puesto a la venta viene con una obra de arte de una planta o animal de la selva amazónica y representa parcelas de la selva. Los diseños fueron procesados por Concept Art House, un desarrollador de contenido y editor de NFT con sede en San Francisco.
La empresa es propietaria de 410 kilómetros cuadrados (158 millas cuadradas) de selva amazónica y ahora ofrece una nueva forma de financiar la conservación: vender tokens no fungibles (NFT) que permiten a los compradores patrocinar la preservación de zonas de selva.
¿Cuánto cuesta un token de la empresa que promete ayudar a regenerar la selva?
Las parcelas varían en tamaño desde un cuarto de hectárea hasta 81 hectáreas (0,6 a 200 acres), que los compradores podrán ubicar con mapas en línea, los NFT correspondientes a las parcelas más pequeñas se venden a 150 dólares y las más grandes en 51 mil.
Nemus espera recaudar entre 4 y 5 millones de dólares para comprar 2 millones de hectáreas adicionales de tierra que ya están en negociación en el municipio de Pauini, en el estado de Amazonas.
Nemus vendió el 10% de una oferta inicial de tokens por 8 mil hectáreas el primer día.
«Supongo que esto se acelerará rápidamente en las próximas semanas», dijo a la agencia Reuters el representante de la empresa y agregó que la tecnología blockchain garantizaría la transparencia en el uso de los fondos.
¿Qué obtienes si compras un NFT para la conservación del Amazonas?
Cada NFT otorga a los compradores un patrocinio único de extensiones de bosque de diferentes tamaños, y las ganancias se destinan a preservar los árboles, regenerar áreas taladas y fomentar el desarrollo sostenible, aseguró la empresa.
Los titulares de los token no serán propietarios de la tierra en sí, pero tendrán acceso a información clave sobre su conservación, desde imágenes satelitales hasta licencias y otra documentación, dijo el fundador de Nemus, Flavio de Meira Penna.
Además de preservar el bosque, Penna dijo que los fondos apoyarían los esfuerzos de desarrollo sostenible, como la cosecha de bayas de acai y nueces de Brasil por parte de las comunidades locales en Pauini, que es del tamaño de Bélgica.
Los NFT son un tipo de criptoactivo que explotó en popularidad en 2021, con una firma digital única que garantiza que son únicos.
¿Ayudar causas ambientales con un modelo contaminante?
Los críticos han cuestionado el valor de los NFT para causas ambientales porque los tokens que utilizan la tecnología blockchain requieren una potencia informática intensa, lo que aumenta la demanda de generación de electricidad que libera gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento del clima.
Penna rechazó esa opinión y dijo que la preservación de las áreas amenazadas de la Amazonía supera con creces el costo ambiental de las transacciones NFT.
El riesgo ecológico en el Amazonas
El cambio climático y la acción del hombre no sólo llenan los océanos y mares de plásticos, también golpean con fuerza el Amazonas. En la actualidad, la región alberga 180 especies de fauna, de las cuales 124 son únicas de este bioma, y hay 85 especies de flora amenazada y 44 de fauna.
La selva amazónica es el hogar de alrededor de 30 mil especies de plantas, o el 30% de todas las especies de plantas en América del Sur. Los bosques son vitales para la salud del planeta, ya que albergan más de la mitad de las especies terrestres del mundo y son uno de los agentes responsables de la mayor cantidad de la captura de carbono, lo que ayuda a mitigar la crisis climática mundial. La vida silvestre, a su vez, es vital para mantener los bosques, interviniendo en la regeneración forestal y el almacenamiento de carbono.
De acuerdo con la organización World Wildlife Fund (WWF) nunca antes en la historia la Amazonía había estado tan amenazada. La expansión de la agricultura, la ganadería, las concesiones mineras y un dramático aumento de hidroeléctricas, son sólo algunas de las presiones que tienen en riesgo a la selva más grande del mundo.
