Aline Torres
GALERÍA. Tres años de enfermedad –problemas en las rodillas y en la cadera, afecciones en huesos, trombosis, derrames y operaciones– llevaron a la artista Flora Goldberg a dejar de lado el grabado, el óleo, las pinturas y los lienzos para buscar una nueva forma de creación: el tallado de madera.
El resultado de su nuevo camino creativo se expone en el auditorio del museo del Centro Cultural Mexiquense Bicentenario (CCMB). Son 24 esculturas talladas en árboles vivos y muertos entre los que figuran cedro rojo y blanco, caoba, nogal y ceiba, reunidas en la muestra Bosque Humano.
La constante es la carencia de rostros. “No me interesa que el público diga que se parecen a nadie. Son caras universales, no existen”. (Leer más)