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7 comportamientos que contribuyen a que tus colaboradores renuncien

Te imaginas que tu equipo de trabajo se presente ante ti de forma inesperada y todos renuncien.  ¿Qué podría haber pasado para que esto sucediera?, y no trates de buscar culpables en todas partes. Reflexiona por un momento que los trabajadores no quieren dejar su empleo, lo que realmente desean es no seguir trabajando contigo.

En una encuesta efectuada por Udemy en 2018 a más de 1000 trabajadores en los Estados Unidos. Se determinó que el 51% de las personas encuestadas había renunciado a su empleo, porque su jefe era un mal gerente.

Además, si ejerces tu rol de liderazgo con ineficiencia, no solo provocarás elevar la tasa de rotación en la organización. Ocasionarás que la empresa pase por un proceso permanente de reclutamiento y selección que es largo, complejo y costoso.

Echa un vistazo a estas situaciones que planteo de inmediato, las cuales pueden ser el detonante para que tu personal abandone la compañía.

1.    Imponer tus ideas sin escuchar a tus colaboradores

Siempre impones tus ideas por encima de todo, sin escuchar a tus colaboradores. Sencillamente, porque consideras que no necesitas ayuda de nadie y que las brainstorming son estrategias que no encuadran con tu supremacía de conocimientos.

2.    Hacer llamados de atención frente a sus compañeros

Eres el típico gerente que te crees con derecho a humillar a tus empleados. Por esto, les llamas la atención frente a sus compañeros de trabajo, exponiéndolos a la vergüenza y el escarnio público. Pues, esto te hace sentir que estás por encima de los demás.

3.    Poca preocupación por tus trabajadores

Pasas diariamente muchas horas con los miembros de tu equipo, pero solo te comunicas con ellos para darles órdenes. Claro, te interesa cumplir con tus metas y tu agenda ejecutiva, eso es lo más importante para ti.

Asimismo, ni por un instante te ocupas de empatizar con tus empleados, para conocer sus éxitos y problemas dentro y fuera de la oficina. De hecho, piensas que esto no tiene que ser importarte porque no son tus amigos ni familiares.

4.    Nunca reconoces la labor de tus empleados

Cuando todo sale bien sueles asumir todo el crédito, ya que tu actitud permanente en la compañía es la del jefe que sufre de yoísmo. Es decir, ese gerente que se considera la pieza más importante de la organización. Pues, su paradigma individualista no lo deja darse cuenta de que el trabajo en equipo es lo más importante y que los demás también contribuyeron al éxito. 

5.    Jamás impulsas planes de desarrollo profesional

Solamente fijas tu visión en el presupuesto y cuando te hablan de capacitación y desarrollo para tu personal. La primera pregunta que se te ocurre hacer es ¿cuánto nos costará? Pues, no eres de los que te enfocas en el mejoramiento de las habilidades de tus empleados ni en la preparación de nuevos líderes.

6.    Haces promesas que después no cumples

Tienes por costumbre mentirles a tus empleados, haciendo promesas que no cumples. Hoy ofreces un aumento de sueldo, el mes que viene un reconocimiento, el otro semestre una promoción. Pero, al final solo escurres la arruga para ganar tiempo ilusionando a tus trabajadores con ofrecimientos falsos.

7.    Promover ascensos o aumentos basado en favoritismos

Acostumbras a rodearte de un grupo muy selecto de colaboradores que te agradan y son afines contigo. Por este motivo, cuando promueves ascensos o aumentos beneficias a tus favoritos, dejando de lado la evaluación equitativa del personal.

Quieres que tu equipo se presente ante ti y renuncie? entonces pon en práctica uno o varios de estos puntos regularmente.

Si tu respuesta es NO entonces…

¿Cómo ejercer tu liderazgo para evitar estas situaciones que incomodan el personal y lo hacen renunciar?

  • Si impones solo tus argumentos vas directo por el camino del fracaso, pues solo crearás incomodidad en tu equipo de trabajo. Los ejecutivos inteligentes jamás ignoran las buenas ideas, de hecho cuando escuchan a sus empleados se ganan su confianza. Lo cual es de mucha ayuda cuando se afrontan momentos difíciles. Además, al tomar en cuenta a los trabajadores crearás lazos de lealtad y motivación difíciles de romper.
  • En caso que tengas que efectuar un llamado de atención, reúnete en privado con la persona. Preséntale los argumentos del porqué consideras que debe mejorar. También, pregúntale si necesita ayuda para llevar a cabo la responsabilidad que se le ha asignado. Recuerda que si no lo haces de esta manera, el empleado se sentirá acosado, atacado y no te hará el gerente más popular. Solo estarás creando un caldo de cultivo de resentimientos y fricciones que solo desarrollará altas tasas de rotación laboral.
  • Acompaña a tus trabajadores y no te limites a comunicarte solo por trabajo. Empatizar con ellos, celebrar sus éxitos y ayudarlos si están pasando por un momento difícil motivará a tus empleados. Piensa por un momento, pasas muchas horas al día con seres humanos que no solo están para tener un rendimiento productivo. En cualquier momento pueden requerir un poco de tiempo para que los escuches y apoyes.
  • Nunca seas egoísta, cada quién con su aporte en su respectivo cargo contribuye a que la empresa sea exitosa. Por esto, es justo que su esfuerzo les sea reconocido, para que no se desmotiven. Imagina que das el 1000% y en ningún momento te felicitan, dan un aumento, una recompensa no monetaria o te postulan para un ascenso. Crea programas de reconocimientos y recompensas permanentes y verás que siempre tendrás personal motivado, proactivo y leal a tu lado.
  • Piensa por un momento el retorno de la inversión que tendrás si tus empleados están bien capacitados. Además, puedes aprovechar los recursos y las oportunidades existentes para implementar planes de desarrollo sin salirte del presupuesto. Incluso, puedes comenzar con iniciativas de colaboración, con otros departamentos. Donde los empleados experimenten un aprendizaje intenso con respecto a gestión de proyectos, habilidades financieras, liderazgo, comunicación efectiva, entre otras.
  • Demuestra tu honestidad y confiabilidad, si te comprometes con tus trabajadores, ellos se alegran e ilusionan. Así que, no prometas lo que no puedes cumplir, te verías como una persona indigna y mentirosa.
  • Establece reglas claras y justas sobre reconocimientos, ascensos y evaluaciones de desempeño. Por esto, debes fortalecer la comunicación y la retroalimentación constante. También, contar con un sistema para medir las metas y competencias. Pues, es la manera más equitativa para evaluar el desempeño de los trabajadores. Así, tomarás decisiones acertadas y equilibradas con respecto a aumentos, promociones y reconocimientos.

Para concluir, presta atención como tratas a tus empleados. Evita los 7 comportamientos anteriores que solo pueden ocasionar que muchas personas no quieran trabajar contigo. Un liderazgo inclusivo, eficaz y con inteligencia emocional te permitirá retener a tus mejores colaboradores. Por ende, la organización será exitosa porque cuenta con talento humano de alto rendimiento.

Pedro Reymond
Pedro Reymond

Coach para líderes hispanoamericanos con sede en Madrid, España.
Soy el creador del sistema de alta productividad Simplicidad Brutal, con el que ayuda a líderes a multiplicar sus resultados, tener más tiempo libre y vivir con menos estrés y preocupaciones a través de la simplificación del trabajo y de la vida.
Mi misión es ayudar a personas extraordinarias a obtener esos resultados que parecen “imposibles” y que logren vivir una vida maravillosa.

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